El primer mandamiento que la Tora ordena al primer Judío Abraham Avinu, esta relatado en el comienzo de la Parashá de esta semana.
Y le dijo Di-s a Abram, “vete para ti” (en Hebreo Lej Leja), que de hecho es también el titulo de la Parashá.
Los sabios nos enseñan que la Tora no es un libro de historia, sino mas bien una fuente de enseñanzas para cada uno y para todas las épocas. La orden de “Lej Leja” “vete para ti”, nos indica, que lo primero y principal que Di-s espera de nosotros es ir, encaminarse, andar, estar en una situación constante de avance y progreso espiritual.
De acuerdo a esto se entiende, que Di-s le da a Abraham en esta Parashá, la orden y al mismo tiempo, la bendición y la energía para avanzar y elevarse espiritualmente.
Cuando profundizamos en los acontecimientos posteriores a esta orden, la Parashá nos relata sobre situaciones contrarias al concepto de progreso y elevación espiritual y que no concuerdan con la bendición y mucho menos con el título de la Parashá “progresa y avanza”.
¿Como es posible que inmediatamente después de recibir esta bendición, Abraham tenga que sufrir situaciones difíciles, como la de tener que enfrentarse a una sequía y hambruna en la tierra? Dificultades que lo obliga a cambiar sus planes teniendo que dirigirse a Egipto en donde entre otras cosas, se llevan a Sara su esposa como mujer idónea para el Faraón, con todo lo que eso implica. ¿Cómo Abraham puede avanzar frente a este tipo de situaciones?
Dicen los sabios, que en realidad aun cuando aparentemente vemos este contratiempo como una gran dificultad y un descenso espiritual, sin embargo en esencia esta caída y descenso, tiene un propósito oculto, que finalmente sirvió para un posterior ascenso espiritual.
Como vemos en la práctica, que no solo nada malo le sucedió a Abraham y Sara, sino que Abraham salió fortalecido de Egipto y con una abundante riqueza que recibió del Faraón.
Esto nos deja un mensaje muy claro. La orden y la bendición de Lej Leja, es también para cada uno de nosotros.
Di-s nos habla a nosotros y nos dice que tenemos que caminar, avanzar y progresar.
En el camino nos podemos encontrar con muchas dificultades, pero a pesar de todo, nuestra actitud debe ser, enfrentarnos a las crisis con fe y certeza en la protección y ayuda de Di-s. Por motivos que desconocemos, Di-s nos manda estas pruebas, pero con seguridad después de la tormenta, salimos fortalecidos.
Al fin y al cabo, Di-s siempre quiere el bien para nosotros.
Shabat Shalom
Rab Iosef Benchimol