Manifestar gratitud hacia otra persona, por haber recibido de ella algún favor o ayuda de cualquier índole, es uno de los gestos más hermosos y bonitos que puede tener el ser humano.
Mas aun cuando se trata de ser agradecidos con Di’s, quien nos da salud y vida para seguir adelante cada día.
En la porción de la Tora que corresponde a esta semana, Di’s ordena al pueblo judío que una vez que hallan entrado a la tierra de Israel, debían llevar las primicias.
Los primeros y mas bellos frutos al gran templo de Jerusalén y ofrecérselo a los Cohanim.
El objetivo de este precepto, es justamente agradecer a Di’s por la bendición y la abundancia que dio a los frutos de la tierra.
En realidad, este es un precepto muy lógico; Di’s nos da su bendición y nosotros ofrecemos a modo de gratitud, algunos frutos de la tierra. Pero la Tora dice que no es suficiente con dar cualquier fruto, sino que estos tienen que ser de los mejores y más bonitos.
Alguien podría pensar ¿Porque tengo que dar de los mejores frutos? Yo trabaje y me esforcé y ahora que puedo tener provecho de ellos, me gustaría tener los mejores para mí, ¿porque tengo que ofrecer justo estos que son los más bonitos a los Cohanim? Al fin y al cabo el trabajo lo hice yo.
Este argumento lo puede tener, solo aquella persona que considera que todo lo que obtiene, es por su esfuerzo personal y no por la ayuda divina, pero cualquier persona inteligente, se da cuenta que por mas que uno se esfuerce trabajando, si no tenemos la bendición de Di’s, nada florece y nada prospera. De manera que si obtenemos algo, es solamente por que Di’s nos ayuda y nos bendice.
Por ello, no es suficiente darle a los Cohanim algunos frutos de nuestra producción, sino de lo elegido y seleccionado, lo mejor.
Hoy en día, la mayoría de nosotros no somos agricultores y no tenemos contacto con la producción de la tierra, pero sin embargo el precepto de bikurim y su enseñanza sigue siendo vigente y muy actual
Debemos aceptar y reconocer, que toda la abundante bendición que Di’s nos da en el comercio o en nuestra profesión, es por su inmensa y bondadosa ayuda y por lo tanto debemos agradecer a Di’s en el rezo y particularmente ofreciendo nuestras donaciones con generosidad, esta es la manera de expresar el sentido profundo de los bikurim.
La bendición que se produce por nuestra acción y que menciona la Tora, no se demora en llegar. “Que el año entrante podamos volver a traer las primicias con mayor abundancia, tranquilidad, salud y alegrías”.
Shabat shalom.
Rab. Iosef Benchimol