Funcionarios afirman que el canal de Guatemala puede ser complementario para los esfuerzos de El Salvador.

Lejos de ver como competencia el hecho que Guatemala planee construir un canal seco, funcionarios del Gobierno salvadoreño consideran que es una infraestructura que se debe de ver como un complemento para los esfuerzos de tener un circuito logístico que conecte al Pacífico con el Atlántico.

“Hay que sumar infraestructura productiva. Centroamérica tiene 40 millones de habitantes, un tamaño similar a un país medio de América Latina, por lo tanto tenemos que competir pero tenemos que vernos como complementarios”, afirmó Álex Segovia, secretario técnico de la Presidencia.

Por su parte, Gerson Martínez, ministro de Obras Públicas, dijo que lo que El Salvador debe hacer es analizar con detenimiento estas iniciativas regionales. “Debemos ir al encuentro del esfuerzo que está haciendo Guatemala, Honduras, estudiar las grandes apuestas de Panamá, Costa Rica y Nicaragua, porque el país debe de jugar un liderazgo complementario.”

Asimismo, advirtieron que no se debe de tomar a la ligera hacer una inversión de esa envergadura, ya que ya hay varios proyectos similares: el canal seco Honduras-El Salvador, el proyecto del canal en Nicaragua, la ampliación del canal de Panamá. “La información que tengo es que no se justifican tantos pasos interoceánicos, se justifican más eficiencias portuarias que permitan cargar y descargar en tiempos y a costos menores”, explicó Giovanni Berti, director de PROESA.

Según Berti, si Guatemala ya ha tomado la decisión sobre el canal es porque detrás hay un análisis de rentabilidad y de costos, eficiencia, que lo justifique, “de lo contrario estaríamos acudiendo a una inversión perdida”, opinó.

Sobre las intenciones de Guatemala y Nicaragua, con sus respectivos canales, Francisco de Sola, presidente de FUSADES, consideró que por su enorme envergadura son proyectos de “muy difícil realización”.

“No nos debería de amilanar en la visión nuestra, que está muy bien planteada: levantar el nivel de nuestros puertos y aeropuertos y la infraestructura vial de conectividad”, afirmó. En ese sentido, Martínez anunció que en julio presentarán el anteproyecto de la política nacional de movilidad, logística, transporte y puertos que trascienda a próximos gobiernos.

Los proyectos insignia de esta estrategia son la modernización y ampliación del aeropuerto internacional, la concesión del puerto de La Unión, integración de las aduanas de Honduras y El Salvador en El Amatillo, y el SITRAMSS.

Solo la modernización de los puertos y del aeropuerto requieren de una inversión de $125 millones, según CEPA.

Los proyectos para modernizar el aeropuerto están en proceso de licitación –con diferentes niveles de avance–, y el puerto de La Unión espera ser concesionado luego de transcurridos 20 meses desde que la Asamblea Legislativa aprobara la ley de autorización.

El puerto de Acajutla, de momento el de mayor actividad, tiene una carpeta con una serie de proyectos para mejorar sus servicios.

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